Se trata sin duda del parásito que con más frecuencia encontramos en el gato.
La infestación por pulgas puede llegar a pasar desapercibida en muchas ocasiones para el propietario, pero el problema puede ser muy importante si nuestro gato es alérgico a la picadura de la pulga, ya que en tal caso, una vez establecido el parásito, aparecerán una serie de síntomas, como picores, lesiones en la piel o caída del pelo que van a repercutir de forma importante en la calidad de vida del animal.
La pulga que con más frecuencia afecta a los gatos es la denominada Ctenocephalides felis, aunque existen otras especies que pueden también afectarlos. La infestación por pulgas se caracteriza por picores muy discretos (a no ser que nuestro gato sea alérgico), y lesiones leves en la piel. Una observación detenida del animal nos hará sencillo detectar la presencia de pulgas, que podremos ver a simple vista en su cuerpo.
El problema principal de la presencia de pulgas no radica tanto en el propio gato sino en el ambiente. Las pulgas inicialmente infestarán al animal, y éste las trasladará hasta el lugar donde vive, en el que las pulgas empezarán a desovar y a producir los verdaderos problemas. Hemos de tener en cuenta que por cada pulga que veamos en el gato hay unas noventa en el ambiente que no podemos ver. Así pues, el tratamiento de la infestación por pulgas será irremediablemente en dos planos: tratamiento del gato y tratamiento del ambiente.
Tratamiento del gato
Hoy día es relativamente sencillo el tratamiento del animal. Por una parte, han aparecido productos a los que llamamos «adulticidas», es decir que se encargan de eliminar las pulgas adultas del animal y evitar que éste se vuelva a infestar. El mejor rasgo de este tipo de productos es sin duda su fácil aplicación y su efecto residual por un tiempo relativamente largo en nuestro gato: además de eliminar las pulgas que tenga en ese momento, permitirá a lo largo de un tiempo (dependiendo del producto) que el animal no se vuelva a infestar.
Por otra parte, han aparecido también los denominados «reguladores del crecimiento«, productos que actuarán en las distintas fases larvarias de la pulga impidiendo que éstas lleguen a adultas. Podemos afirmar, pues, que actualmente se puede llevar a cabo un tratamiento eficaz, sencillo y cómodo con la única condición de seguir al pie de la letra las instrucciones que nos dé al respecto nuestro veterinario. Por otro lado, hay que tener en cuenta que las pulgas y sus larvas, una vez hospedadas en el domicilio del gato, van a estar escondidas y bien protegidas, por lo que barriendo o fregando no vamos a tener suficiente para conseguir eliminarlas. Los sitios favoritos de las pulgas son las alfombras, el
interior de los sofás, espacios del parquet, debajo de muebles, es decir, sitios protegidos que además aseguren una buena temperatura. Es importante señalar, llegados aquí, que si bien en el exterior la pulga perece con la llegada del frío, si existen larvas en nuestros domicilios, la calefacción correspondiente les va a permitir estar activas durante todo el año, con lo que el problema se alargará a no ser que iniciemos un tratamiento.
Tratamiento del ambiente
Como hemos comentado anteriormente, el control de los estadios larvarios y por tanto no parasitarios de las pulgas nos va a ayudar en gran medida a erradicar la presencia de estos parásitos en nuestro gato. Podríamos afirmar que tendremos solucionado ya el 95% del problema. No obstante, es absolutamente imprescindible el tratamiento de todos los lugares del ambiente potencialmente infestados de pulgas: alfombras, camas, sofás, etc.
Para desinfectar el ambiente, contamos con tratamientos mecánicos, que consisten en adaptaciones de las medidas habituales de limpieza: es decir, pasar el aspirador o máquinas de vapor por todos los lugares susceptibles de estar infestados, así como pasar por humedades y rincones. La comodidad que conllevan los otros tipos de tratamiento ha llevado actualmente a subestimar la importancia de estas medidas, pero sin duda constituyen una parte importante en la lucha para eliminar las pulgas por completo. Como consejo personal, siempre recomiendo que en la bolsa del aspirador depositemos un producto larvicida, que evitará que las pulgas sigan vivas en su interior.
Asimismo, contamos con tratamientos, consistentes en el uso de diferentes tipos de productos para eliminar las pulgas del ambiente. Los más utilizados consisten en sprays y adulticidas microencapsulados, aunque estos últimos no tienen la capacidad de penetrar en la moqueta.
Lo más frecuente, no obstante, suele ser la combinación de tratamientos según el problema, el gato y las necesidades. Sin duda, el veterinario nos trazará el mejor plan para librarnos de esas pulgas que tanto molestan a nuestro gato y a nosotros mismos.