MI PERRO ROBA COMIDA
Los perros que hurgan en los cubos de basura, que saltan a la encimera de la cocina y aprenden a abrir los armarios de comida para obtener tentempiés pueden volver locos a sus amos y poner en riesgo su propia salud.
Causas: Determinadas afecciones médicas; el aburrimiento, la oportunidad; la gula.
Acción: Acuda al veterinario para que verifique que no existe ninguna causa médica. Tiéndale trampas con la comida (colocar el alimento deseado en lo alto de una pila de latas con poco equilibrio para que se caigan cuando intente robar el alimento) para desanimarlo a hacerlo de nuevo. Tenga en cuenta que algunos perros testarudos ignorarán el ruido y los más sensibles a los sonidos pueden llegar a afligirse hasta el punto de volverse fóbicos con la comida. Por eso será más efectivo un enfoque doble: por un lado, evitar la oportunidad de robar, y por otro, introducir un comportamiento de sustitución aceptable. Primero procure que la comida esté inaccesible.
Coloque en los armarios cierres de seguridad para niños, coloque las basuras fuera de su alcance, no deje nunca comida sobre la encimera y no deje la mesa desatendida con comida en ella. También podría bloquear el acceso a la cocina con una valla para niños.
Mientras lo esté reeducando, limpie todas las migas escrupulosamente para que él no ayude. Segundo: preséntele a su perro un comportamiento gratificante alternativo. Enséñele a echarse en el suelo, sobre una alfombrilla o en una esquina mientras prepara la comida o está comiendo, y recompénselo por hacerlo bien. Al principio recompénselo por estar un breve periodo de tiempo en ese lugar y poco a poco vaya incrementando el tiempo hasta que entienda que ha de esperar a que usted acabe de comer.
Prevención: Si se trata de un cachorro, siga este programa de dos etapas desde el principio para evitar que adquiera malos hábitos.