Causas: Problemas médicos, como cistitis o diabetes; edad (al igual que los niños pequeños o los ancianos, los cachorros y los perros mayores muchas veces no pueden aguantarse toda la noche); estrés/inseguridad; fallo en el adiestramiento de hogar para las noches.
Acción: Lo primero será hacerle una revisión médica. Si se trata de un cachorro o de un perro de edad avanzada con debilidad intestinal tendrá que proporcionarle una cama con suficiente protección por si se le escapan sus necesidades por la noche. En cualquier otro caso, asegúrese de hacer un largo paseo antes de ir a dormir en el que tenga muchas
oportunidades de hacer sus necesidades y póngalo a dormir en su cama pero en su dormitorio; de esta manera cuando tenga pipí y se levante (a los perros no les gusta mojar su cama) se dará cuenta y podrá llevarlo fuera o a la zona reservada para ello (si usted es de los que duerme profundamente póngale un cascabel en el collar).
No se enfade; de lo contrario el perro se sentirá amenazado o castigado, elogíelo cuando lo haga y vuelva a la cama. Le costará una semana o dos de sueño interrumpido pero enseguida se adaptará a sus propios hábitos y empezará a dormir toda la noche.
Para aquellos perros que sienten mucha ansiedad cuando se quedan solos bastará con que el amo se quede con ellos. Si prefiere que su perro duerma aparte, pruebe de trasladarlo poco a poco una vez haya adquirido el hábito de estar limpio durante toda la noche.
Enseguida después de dormir lleve al perro a hacer pipi.