Causa: La mayoría de las hembras no esterilizadas sufrirán cambios de humor y de comportamiento justo antes, durante y justo después del periodo del celo. Se volverán irritables, nerviosas, agresivas o excesivamente cariñosas. Perderán el interés por la comida o empezarán a orinarse en casa y muchas estarán inquietas y querrán escaparse para buscar una pareja. Todo ello es debido a los cambios hormonales asociados al periodo de celo.
Acción: Si no va a querer hacer criar a su perra, la solución más fácil es la esterilización. Es posible evitar que una perra entre en celo con un tratamiento hormonal -normalmente una inyección cada cinco meses- pero esto tiene algunas implicaciones en la salud y no debería considerarse como solución permanente.
Prevención: La esterilización evitará este problema y hará más fácil la vida para el animal y su amo.