MI JARDÍN HUELE A EXCREMENTOS DE PERRO
Causa: Los amos no los limpian.
Acción: Limpie regularmente los excrementos. A lo mejor le interesa instalar un «lavabo canino» de
los que proveen las tiendas especializadas o proveedores en la red. Es un pequeño tanque séptico
en el que depositan los excrementos que serán tratados biológicamente añadiendo una solución
especial y después se dispersarán sin peligro por la tierra. Como alternativa podría «meterlos en una
bolsa y tirarlos»; no ponga nunca un excremento de perro en el montón del compost, puesto que el resultado no será un buen compost y podría suponer un problema sanitario.
La limpieza le resultará más fácil si acostumbra a su perro a hacer sus necesidades siempre en la misma
zona con una superficie fácil de limpiar (y a los machos, algún objeto marcado). Hasta que no haya
aprendido el propósito de esa zona, llévelo con la correa a ella para que haga sus necesidades y recompénselo cuando las haga. Podría acelerar el proceso de adiestramiento «sazonando» la zona con su regalito más reciente.
Prevención: Controle los hábitos de sus necesidades desde el primer día y sea puntilloso con la limpieza.
Como medida de higiene recoja inmediatamente los excrementos.