Es sin duda el problema de conducta más frecuente en gatos de compañía que conviven en el hogar con el propietario, y se ve a diario en las clínicas veterinarias.
El marcaje con orina es inducido por las hormonas sexuales del macho, los andrógenos. Esta conducta, no obstante, puede incrementarse o disminuir dependiendo de otros factores. Hay que señalar en este punto que el marcaje por parte de las hembras es también posible pero constituye un porcentaje mínimo en comparación con los machos.
El problema se presenta mayoritariamente en animales sexualmente maduros, no castrados, aunque es posible detectar casos de marcaje en gatos de apenas seis meses de vida.
Hemos dicho que esta conducta puede variar dependiendo de algunos factores. El primero es el ambiente en el que se desenvuelve el gato. Sin duda es fácil comprender que si nuestro gato convive con otros individuos de su especie, el marcaje será más intenso, frecuente y necesario, pues tal actitud no es más que un modo de comunicación entre individuos de la misma especie. La orina excretada contiene feromonas, que se encargan de aportar información sobre el individuo responsable de la micción.
Asimismo, el cambio de ambiente del animal influye también en el marcaje. Al llegar a un lugar nuevo, el gato incrementa su necesidad de marcaje para reconocer el nuevo hogar como propio. En esto no difiere en mucho con el resto de especies, incluidos los humanos; por supuesto, nosotros no orinamos, pero quién no se ha ido alguna vez de vacaciones a algún lugar perdido o novedoso, por ejemplo una cabaña en la nieve, y al llegar le ha resultado casi una necesidad hacerse ese sitio suyo: encender el fuego, organizar la cocina, cambiar algún mueble de sitio. Este símil, salvando las distancias, creo que puede facilitar la comprensión del porqué del marcaje del gato al cambiar de lugar; el animal no es consciente de que esta orinando, porque realmente no tiene ganas de orinar, sino de hacer suyo el nuevo hogar.
No debemos confundir el marcaje con problemas en el tracto urinario, es decir, una cosa es marcar el territorio y otra realizar continuas micciones debido a algún problema obstructivo o infeccioso en el tracto urinario. Como referencia, decir que para realizar la micción en caso de marcaje territorial, el gato adopta una posición erguida y la orina sale en línea recta horizontal, mientras que en la micción normal la orina es dirigida hacia el suelo .