El FUS es uno de los problemas más frecuentes en gatos adultos machos.
Se trata de una obstrucción de la uretra, el conducto urinario que conecta la vejiga con la salida al exterior, a causa de la acumulación de cristales o de tapones fibrosos. Se trata de un problema grave para nuestro gato, por lo que a continuación trataremos de dar unas pautas para detectarlo, ya que el diagnóstico precoz nos va a permitir que el problema se aborde a tiempo y que la solución y la recuperación del gato sean lo más satisfactorias y tempranas posible. Debemos tener en cuenta que si no detectamos la enfermedad a tiempo, nuestro gato podría sufrir una insuficiencia renal cuyo desenlace podría ser fatal.
La causa del síndrome no está clara; se especula con una relación con la dieta y el pH urinario, es decir con la acidez de la orina. Ciertos grados de acidez pueden tener como consecuencia que los cristales que componen la orina sedimenten, formando cálculos; éstos, unidos a la estrechez de la uretra del gato macho, pueden impedir la correcta excreción de orina por parte del animal, con el consiguiente riesgo clínico. No es un problema que deba obsesionarnos, ya que con un correcto cuidado e información es perfectamente evitable.
Los cristales reciben el nombre común de estruvita. Se componen de fosfato amónico magnésico, aunque en la orina del gato podemos encontrar numerosos tipos de cristales: de urato, de oxalato… No obstante, lo que más nos interesará será el tratamiento y la prevención de esta enfermedad.