Podríamos afirmar que ésta es la causa más frecuente de traumatismos importantes en gatos. Llamamos comúnmente «gato paracaidista» a aquel que ha sufrido una caída desde el piso o casa donde vive hasta la calle. Por desgracia, se trata de una situación muy frecuente, y al cabo del año numerosos casos pasan por las clínicas veterinarias.
Las causas de estos accidentes son básicamente dos: el gato ha intentado escaparse por razones de celo y ha saltado al vacío, o bien está jugando en una cornisa y cae al perder el equilibrio. En ambos casos, es frecuente que el gato pueda incluso no presentar fracturas graves, debido a que su capacidad para afrontar una caída es muy grande: ya en el aire, mientras cae, el gato es capaz de corregir su posición y aterrizar con las cuatro patas en el suelo.