La conducta sexual del macho es también un tema profundamente trascendente para la buena convivencia del animal con su propietario.
Al alcanzar los 6 meses, el gato empieza a buscar hembras para aparearse, motivo por el que intenta escaparse, maúlla o marca territorio. Esto último es lo que más molestias causa al propietario, ya que la forma que utiliza el gato
para marcar su territorio es mediante orina. Nuestro gato, tan bueno, tan limpio y cariñoso, de golpe se convierte en un ser que se orina por todos los rincones de la casa. Además su orina huele muchísimo más que antes, lo cual se debe a la elevada presencia de hormonas en ésta.
La solución es sencilla. Si bien existe la posibilidad de eliminar el comportamiento sexual del macho recurriendo a medicamentos, en este caso prácticamente no se utilizan. El procedimiento más usado habitualmente consiste en castrar al gato. En el caso del macho, la castración en gatos es una técnica quirúrgica muy sencilla, rápida, prácticamente exenta de riesgos, muy poco molesta para el animal y con unos resultados realmente positivos. En un elevado numero de casos, el comportamiento sexual desaparece inmediatamente después de la cirugía, aunque es normal que durante un corto período de tiempo el gato pueda seguir mostrándolo.