Cómo encontrar un buen adiestrador de perros

Hay que tener en cuenta que no existe una solución rápida para los problemas de conducta de los perros.
Un método que funciona para un adiestrador de perros puede no funcionar para otro puesto que adiestradores y perros son todos diferentes. Hay personas que son por naturaleza buenos adiestradores pero la mayoría necesitamos experiencia. Una buena clase de adiestramiento puede ser una gran ayuda puesto que ofrece al amo (y a su perro) la oportunidad de aprender de la experiencia de otros.

De todas formas, es importante ver una clase de adiestramiento antes de inscribirse en ella: pregunte si puede asistir a una clase sin su perro y ver cómo se desarrolla. Busque una clase en la que el adiestrador sea un verdadero amante de los perros y de la que tanto usted como su perro disfruten. Si se emplean correas de ahogo, métodos dominantes o castigo físico, si el adiestrador no se compromete con los perros o con sus amos, o si durante la clase el perro está tenso y preocupado, descártela porque lo más probable es que empeore el comportamiento de su perro (y su ansiedad).
Verifique también el propósito de la clase. Algunas están enfocadas a la obediencia estilo competición, diferente de la obediencia básica que deseamos la mayoría de los que tenemos perro. (Por ejemplo, muchos queremos un perro que acuda a nuestra llamada pero no consideramos tan importante que cuando llegue se siente en una posición determinada).

También es importante ver si el adiestrador considera a los perros y a sus amos como seres individuales y saca lo mejor de cada uno de ellos o los obliga a trabajar a todos de una misma manera.
Si no tiene cerca de su casa una clase de adiestramiento provechosa o un adiestrador competente, no se desespere. La mayoría de los problemas de comportamiento se pueden solucionar:

• Dedicando más tiempo al entrenamiento
• Ofreciéndole a su perro más horas de ejercicio
• Intentando «pensar como su perro»
• Recordando que los premios funcionan mejor que los castigos

El dedicar más tiempo al entrenamiento no sólo incrementa las posibilidades de aprendizaje de su perro sino que además le ayuda a tener su mente ocupada, a reducir su aburrimiento y a animarle a concentrarse en usted en lugar de buscar su propio entretenimiento. Una buena norma es «poco y con frecuencia»: diez minutos varias veces al día suelen ser más productivos que una lección de una hora durante el fin de semana.
En su rutina diaria podrá incluir todo tipo de lecciones; por ejemplo, si quiere ver la televisión, aproveche el momento para practicar el «quieto sentado» Cuando está realizando las tareas domésticas y su perro le siga por toda la casa aproveche para incluir órdenes como: «dentro» y «fuera» en cada puerta, «suelta» cuando esté investigando un objeto, «abajo» cuando se suba a una silla, etc.

Cuando le acerque un juguete, anímele al juego diciéndole «dámelo» o «busca» Cuanto más tiempo dedique a su adiestramiento, mejores resultados obtendrá.