Causas: Algunas condiciones médicas como la diabetes, la falta de otros intereses, comportamientos aprendidos del pasado como consecuencia de la falta o el exceso de comida y, por supuesto, la glotonería propia de algunos perros.
Razas: Algunas razas son glotonas por naturaleza; la más conocida es el labrador.
Acción: Visite a su veterinario para detectar posibles problemas médicos. Si su perro está sano, anímelo a buscar otros intereses. Mantenerlo ocupado durante el juego, el paseo y el entrenamiento reducirá el tiem po que tiene para obsesionarse por la comida. En casa minimice las oportunidades de buscar comida en la basura con cubos a prueba de perros (Las basuras accesibles son una invitación abierta para cualquier perro; aléjelo de esa tentación.)
Durante el paseo controle esta práctica con una correa extensible o un bozal tipo cesta e intente concentrar la atención de su perro en el juego o el adiestramiento. A veces resulta conveniente cambiar a una dieta de alto contenido en fibra que le hará sentirse más lleno.
Prevención: Determine los momentos adecuados para alimentarlo (por ejemplo, dos veces al día, una a primera hora de la mañana y otra a última de la tarde)
y aférrese a ellos. No le dé premíos al azar y si utiliza recompensas de comida en eladiestramiento tenga en cuenta la cantidad que le da. Asegúrese de que tenga suficiente estimulación mental y física para evitar «los tentempiés por aburrimiento»