Anatomía y fisiología de los peces

Anatomía y fisiología de los peces

El agua tiene una densidad unas 800 veces superior al aire. Esto significa que, para desplazarse en un medio tan denso, los peces necesitan una musculatura muy potente. La mayor
parte del cuerpo del pez está constituida por tejido muscular, perfectamente unido al esqueleto. El fenómeno natatorio se produce gracias a los movimientos ondulatorios de la
columna vertebral y la propulsión se efectúa principalmente mediante la cola. Hay algunas excepciones, como la raya, que utiliza las aletas pectorales, o los peces cofre, que tienen la columna vertebral envuelta por un caparazón óseo rígido.
Las aletas dorsales (una o dos) tienen la función de mantener la estabilidad vertical del cuerpo del pez, al igual que las aletas ventrales y la aleta anal. Las aletas pectorales generalmente sirven para realizar pequeños cambios de dirección y se utilizan también como freno. Para comprender su funcionamiento resulta útil ver la maniobrabilidad de
los peces ballesta nadando entre las rocas y las madréporas, inclinados sobre un flanco o cabeza abajo.

Los peces que viven adheridos en el fondo, como las escorpenas, pueden utilizar las aletas pectorales como si fueran pequeñas patas, gracias a las cuales consiguen desplazarse sin necesidad de abandonar el fondo.
La región de la cola está compuesta por el pedúnculo y la aleta caudales. El pedúnculo caudal es la zona que une la aleta caudal al tronco. Puede ser más o menos largo y delgado.
En la mayoría de casos resulta fácil de identificar, y representa un importante elemento descriptivo de la especie. La forma y las dimensiones de la aleta caudal pueden variar enorme
mente según las especies y la edad, por lo que nos proporciona también un elemento importante de identificación. Además de ejercer la propulsión, actúa como timón y, en algunos
casos, es utilizada para el reclamo sexual o como señal de amenaza.
Tal como se ha dicho al principio, los músculos están sostenidos por el esqueleto. En los peces cartilaginosos (tiburones, rayas) este está constituido por cartílagos, y en los otros casos por tejido óseo.

Anatomía osea
Anatomía osea

La vejiga natatoria es una ramificación del aparato digestivo. Puede llenarse o vaciarse de gas para regular la profundidad, igual que el compartimiento hidrostático de un submarino.

El esqueleto está compuesto por el cráneo, que forma la base de la cabeza —dentro de la cual hay el cerebro, y en donde se encuentran la boca, los ojos y otros órganos sensoriales—, la columna vertebral —que sostiene toda la estructura corporal— y los apéndices que sirven para sostener las aletas y las branquias.
Las branquias o agallas son los órganos que cumplen la función respiratoria. Reciben agua del exterior, retienen el oxígeno que esta contiene, y expulsan el anhídrido carbónico producto de las reacciones metabólicas.
Las branquias se encuentran en el interior de una cavidad, que en los peces óseos cierra una placa ósea móvil llamada opérculo. Esta placa se abre y se cierra rítmicamente para permitir la entrada y la salida del agua. En los peces cartilaginosos las branquias están comunicadas con el exterior mediante las fisuras branquiales. En las especies que viven en el fondo (como las rayas) la primera de estas fisuras puede transformarse en un respiradero que sirve para dejar entrar el agua.
La piel de los peces normalmente está revestida de escamas (los hay sin embargo que carecen de ellas), que suelen estar recubiertas por una mucosidad. Tanto las escamas como dicha mucosidad tienen una función protectora e hidrodinámica.
Se debe evitar tocar la piel de los peces, ya que el estrato mucoso puede verse dañado, y ello podría provocar enfermedades cutáneas. Por otro lado, en el caso de los peces venenosos podríamos sufrir heridas peligrosas.

Pez venenoso
Pez venenoso

Algunas especies tienen en la superficie corporal unos órganos que secretan sustancias venenosas. Estos suelen estar relacionados con las espinas, que pueden causar pinchazos
dolorosos.
Estrechamente relacionado con el aparato respiratorio, encontramos el aparato circulatorio, compuesto por vasos arteriales, vasos venosos y el corazón. El corazón de los peces no
está dividido en parte derecha e izquierda (como em el hombre), sino que contiene solamente sangre venosa. Su función es bombear la sangre cargada de anhídrido carbónico hacia las branquias, en donde se oxigena y fluye hacia el cerebro y luego hacia otras partes del cuerpo, aportando a su paso oxígeno y recogiendo el anhídrido carbónico.
Los riñones se encargan de filtrar la sangre. Además, en los peces marinos, tienen la importantísima misión de mantener la concentración salina en los líquidos internos a un nivel más bajo que el del agua.
El aparato digestivo es de una longitud y una complejidad distintas según la dieta de los peces, y por este motivo es muy importante suministrarles el alimento adecuado. Un tipo de alimentación erróneo provoca problemas y enfermedades intestinales difíciles de diagnosticar y de curar.
A menudo se alimenta en exceso a los peces de acuario. Como consecuencia de ello aparecen problemas gastroentéricos y acumulaciones
excesivas de tejido adiposo que pueden comprometer seriamente su estado de salud.

El aparato digestivo termina en la cloaca, una cavidad en la cual desembocan también los conductos del aparato urogenital. La mayor parte de los peces posee sólo el aparato reproductor masculino o femenino, pero en algunas especies (como en muchos lábridos) el mismo animal puede mudar de sexo en el curso de su vida, ya que la maduración de cada aparato se produce en épocas distintas y consecutivas.
Por regla general, la fecundación y la maduración de los huevos que ponen los peces se producen en el exterior del cuerpo, en el medio acuático. Sin embargo, hay especies de fecundación interna y especies en las cuales la maduración de los huevos se realiza en el interior del cuerpo de uno de los progenitores. Ejemplos de estas particulares adaptaciones son los caballitos de mar, que custodian los huevos en una bolsa incubadora situada en el vientre del macho, o bien algunos tiburones, cuyos embriones maduran en el seno materno.

 

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